Bendito el día infinito

Hay un día que se desmoronan las capas, donde puedes verte en tu estado primordial, eterno, limpio, completo y fuerte para cualquier reto.

Pero la magia es que ya no hay reto, solo descanso. La palabra descanso apunta a una realidad que precede al mundo actual y que trasciende el tiempo terrenal.

No necesito hacer nada más para demostrar mi identidad, todo fue, es y será suficiente.

Quien eres es suficiente, no hay más movimiento, solo sentir la vida en el momento, solo quedarte abrazado con la realidad de donde fuiste enviado.

Son 24 horas de acceder a este descanso espiritual, donde incluye también placer sensorial. No hay más confusión ni mezcla, sino que todo está completo como es en su esencia. Puedes disfrutar sin medir la cantidad.

Este día no es un día de acumular, sino de retirar, de entregar nuestras ganas de conquistar y rendirnos ante la única realidad.

Lo rico en este día no son las golosinas, sino la revelación de las luces divinas. Entre semana hay separación y confusión, pero este día es la última fusión, la elevación de los mundos mineral, vegetal y animal a lo angelical y el humano regresa a su identidad previa a lo corporal, a ser una gota más de la laguna, esa laguna que es completamente una.

Aunque tenemos que regresar a acumular, nunca te olvidas de esa experiencia de claridad que en otros 6 días volverás a probar.

Pero la alegría final, sera cuando la vida sea únicamente ese día, la total unificación con lo primordial, donde no hay regresar, donde la vida de confusión se recordará como un sueño, un sueño muy profundo, pero que se paso en un segundo.

¡Qué carcajadas soltaremos! Observaremos nuestra actitud pasada y será de risa cada recordada. Algunos sentirán orgullo, otros vergüenza por no poner atención al propósito de su misión, dirán: Cómo caí en la distracción de la acumulación y no me enfoqué en apegarme al secreto de la unificación?

¡Corre mientras puedes! Queda poco tiempo para ese momento, la revelación por completo, donde todo el mundo entero, verá con sus ojos los cielos rojos... Y la entrada de lo correcto y moral a este mundo superficial.

Mientras tanto, tenemos ese día que nos llena de alegría por recordarnos de dónde cuelga nuestra vida.

Bendito Shabat que nos revela el secreto de lo concreto.

Bendito Shabat que nos recuerda esa realidad de eternidad.

Bendito Shabat que nos unifica con la fuente de lo latente.

Bendito Shabat que nos sube a un mundo que es uno.

Bendito Shabat que une la separación, y trae sanacion.

Bendito Shabat que el mal no es más, y lo divino, hace más ruido.